Derechos reservados


© A. Villoria Roza


lunes, 19 de agosto de 2019

QUE NO TE BORRE EL FUEGO


 
Dame la mano, niño, que no te borre el fuego.
No mires al viejo árbol dónde te sentabas
llorando hasta que tu abuelo te contaba un cuento
y sonreías al mirlo, al cabrito y al conejo
Dame la mano, niño, que no te borre el fuego.
Va por los riscos dónde diste tu primer beso
y enamorado cómo estabas, en aquel pino,
dos corazones se unieron. Rojo sobre negro.
Dame la mano, niño, que no te borre el fuego.
Que la lava del volcán guarda nuestro latir
cuando el fuego se pone fiero, y avanza y avanza
dejando su rastro de grises, rojos y negros.
Dame la mano, niño, que no te borre el fuego.
Levanta la casa dónde tus hijos nacieron
sobre la negra tierra que te dará el alimento
y el joven pino te recordará aquel beso.
Dame la mano, niño, que no te borre el fuego.
Que tu tierra es un volcán de fuertes sentimientos
de navegar en tormenta y renacer con el viento.
Suelta la mano, niño, que ya se apagó el fuego.
Ó      A Villoria Roza

domingo, 18 de agosto de 2019

NO ME ENCONTRARÁN MAÑANA (A Federico Garcia Lorca)

Sus pies van recitando:
No me encontrarán mañana.
De blanco va caminando
despertando a la esperanza
ya no suena el piano negro
que mira a la Luna blanca.
las teclas sienten el miedo
la Luna despierta al alba.
Sus pies van recitando:
No me encontrarán mañana.
Hay fusiles apuntando
a una frente levantada
quieren que se dé la vuelta
y matarlo por la espalda.
La Luna no quiere verlo
llorando tapa su cara
y el poeta va cayendo
en la fosa ensangrentada.
Sus pies van recitando:
No me encontrarán mañana.
Luto vistió Granada
porque Lorca ya no estaba.
De versos llenó sus calles
que no acallan las balas.
© A. Villoria Roza

jueves, 3 de mayo de 2018

MI PAÍS ESTÁ DORMIDO


Mi país está dormido y no despierta.

Sueña con los sones de su guitarra

que acallan el llanto, con vista tuerta

sin ver a los populares de farra

mientras golpean la puerta recubierta

de lucha e ilusiones que el camino embarra

al ataúd de miseria que se calla

y al contendor rico que le entalla.

CUANDO ESCUCHES MI CANTO


Cuando escuches mi canto melodioso

que acompaña al ritmo de la marea

con suaves quejidos de hoja fresca

y sones agudos del viento ansioso

que burla las tempestades oscuras

porque sale a entretener las soledades

a airear la mente de adversidades

con la brisa que trae buenaventuras.

Y te contaré a corazón abierto

los sentimientos recién aprendidos

que el sol enternecido, y descubierto

dijo que surcara el embellecido

cielo por las estelas de nubes y aserto

que solo vuela el que lo ha comprendido.

POR EL CAMINO DEL OLVIDO


Me voy por el camino del olvido

con el paso cansino sobre tierra

mojada de lágrimas y que entierra

el brillo de mis ojos que han vivido

amores nocturnos, desinhibidos

moldeando tu figura a fuego vivo

buscando el nirvana desconocido

anhelando tu sonrisa, y revivo.

Me voy olvidando que te he querido

por la senda del lamento y el quejido

de jirones tengo el cuerpo abatido

Me voy sin contarte que he aprendido

a dejarte ir, y volando del nido

Mi corazón se aleja, malquerido.

lunes, 23 de abril de 2018

ENVIAME AL COLIBRI


Envíame al colibrí que me traiga tu sonrisa

que a la sombra del roble y el sauce me encuentro

adivinando de qué color se viste el cielo,

en las que sus alas dancen al compás  del viento

entonando tú nombre para mis oídos hambrientos

de noticias sobre tus alegrías y desvelos.

Dile que detenga al tiempo si el augurio es bueno

que mi corazón acelerado está padeciendo

las inclemencias de este acalorado deseo.

Y un canario que me oía, en mi oreja se posaba:

-      No espere al colibrí que por estas tierras no anda.

           Busque un nuevo amor que le lleve la paz a su alma

           que le traiga la sonrisa y el brillo en la mirada

           que al colibrí con acicalarse le basta

           y si tiene necesidades, su vuelo alcanza.

Gracias por el consejo aunque no me sirva de nada

que el buen veneno del amor ya está en mis entrañas.

Y esperando sigo a que aparezca en mi ventana

con su zumbido alegre y notas enamoradas

que despierte a mi alegría que está adormilada

uniendo a este amor en la noches y la mañanas

construiremos nuestro paraíso, nuestra morada

y pondremos en la puerta, solo el amor pasa.

SIENTO EL DISTANTE SILVIDO DEL VIENTO


Siento el distante silbido del viento

que se desentiende de las emociones,

de mis anhelos, de mis noches sin luna,

de mis días sin verso. No, no siente

el latir de la hoja cuando el ave canta,

el temblor de la ola al roce de la brisa

ni a mi piel erizada, cuando me nombre.